La pandemia del COVID-19 fue difícil para todos, especialmente las familias. Aparte de la enfermedad, estrés financiero, y las dificultades con la salud mental que varios enfrentaron, padres tuvieron que sobrellevar el estrés adicional causado por el cierre de las escuelas y la interrupción de las rutinas y servicios de apoyo para sus hijos. La Universidad de Oregón y la Universidad de Loma Linda comenzaron el proyecto CRISP para entender mejor el impacto a largo plazo del estrés de la pandemia y el cierre de las escuelas en los niños y familias.